No existe. Así lo demuestran varios estudios, entre ellos uno realizado por la organización de consumidores estadounidenses ‘Consumers Union‘. Los estudios coinciden, en que la apariencia de la piel tras usar una crema antiedad tres meses, el periodo que se suele citar en los mensajes publicitarios para que los supuestos efectos sean visibles, no se modifica significativamente. Y, además, no existe correlación entre el precio y la eficacia de estos productos.
Así lo corrobora este estudio, que indica que la más efectiva es una de las económicas, la de la gama Olay Regenerist. Su precio ronda los 25 euros, en comparación con la más cara de las analizadas (La Prairie Cellular), de coste cercano a los 120, y que, además, figura, curiosamente, como la menos eficiente.
El informe concluye que no parece haber relación entre el tipo de ingredientes activos que incorporan los productos y sus resultados. Los enzimas, nutrientes y demás moléculas con efecto antiedad que se mencionan en la publicidad de estos cosméticos no parecen dar los frutos esperados. Por el contrario, todos los productos son buenos hidratantes y presentan un adecuado perfil de tolerancia.
Entre los consejos que da la organización de consumidores es probar más de una crema para dar con aquélla que mejor se adapte al cutis de cada mujer.
