Los 4 pasos básicos para un eficiente rutina de belleza

Todos los días es básico seguir un ritual de belleza para que nuestro rostro no acabe pasando factura. No seguir una correcta limpieza, así como no aplicar los productos que nuestra piel necesita, es sinónimo de falta de luminosidad, arrugas prematuras y la aparición de granitos y puntos negros.

Si crees que estás haciendo todo lo correcto a la hora de cuidar tu piel, quizá este artículo no te sorprenda demasiado, aunque seguro que te vendrá bien repasar algunos puntos, quizá descubras cosas que desconocías y las termines aplicando a tu ritual.

PASO 1: LIMPIEZA FACIAL

Antes de aplicar cualquier tratamiento facial, es muy importante limpiar la piel. Debemos acostumbrarnos a utilizar una leche limpiadora dos veces al día. Una por la noche, para retirar todo el maquillaje y dejar que la piel respire, y otra vez al levantarnos.

¿Qué producto debo utilizar?

Dependiendo de tu tipo de piel, tendrás unas necesidades u otras. Por eso, si tu piel es normal o seca, te recomendamos una leche limpiadora suave. Para pieles normales con tendencia grasa o pieles mixtas, es ideal cualquier loción limpiadora 2 en 1, que limpia y tonifica en un solo paso. Y si tu piel es sensible,  te conviene alguna limpiadora suave.

PASO 2: HIDRATAR Y NUTRIR

Una vez que hemos limpiado la piel, ya podemos aplicar nuestro tratamiento habitual. Por la mañana, es recomendable usar algún serum que contenga vitamina C. Después hay que utilizar una crema de día y otra para el contorno de ojos. No te olvides del protector solar si sales de casa. Por la noche puedes volver a aplicar algún serum o una ampolla de proteoglicanos si te notas la piel apagado. Después bastará con la crema de noche.

Si notamos que nuestra piel está más reseca de lo habitual, optaremos por un tratamiento intensivo revitalizante. Alguna mascarilla,por ejemplo, que contenga rosa de mosqueta, pepino o aloe vera.

PASO 3: SIEMPRE CONTIGO

Con las temperaturas extremas (frío o calor) o por el efecto de la calefacción… nuestra piel puede resentirse a lo largo del día. Por eso, es importante tener siempre a mano un bote de agua termal. No te olvides tampoco de aplicar alguna crema de manos y un protector labial, porque tus labios también se merecen unos cuidados.

PASO 4: CUIDADO CAPILAR

Con el paso de los años, nuestro pelo también se resiente, ya que pierde grosor y su velocidad de crecimiento es cada vez menor. Por eso, es imprescindible no descuidarlo y luchar contra su envejecimiento.

Una buena opción es pasar a utilizar una gama capilar libre de sulfatos y siliconas, aunque hay que tener en cuenta que la transición de un cuidado tradicional a un cuidado natural necesita su tiempo. Debemos dejar que nuestro cabello se acostumbre y libere todas las sustancias artificiales que durante años hemos acumulado. Tras esos primeros lavados, podremos ver el estado natural de nuestro pelo.

Un buen consejo es cepillarse suavemente el cabello durante 2 o 3 minutos con un cepillo de madera y de cerdas naturales para activar la circulación sanguínea, acelerar su crecimiento, aumentar el brillo y mejorar la salud capilar.