Sol y cabello, dos enemigos que se ven las caras en verano

Si hay algo que perjudica enormemente a nuestro pelo, es el sol directo, el cloro y el salitre. Sin duda, el verano no es la mejor época para lucir una cabellera envidiable, sobre todo si te expones mucho al calor y estás todo el día en el mar y en la piscina. Hay ciertos productos que lo protegen de estas agresiones directas, aunque es inevitable que se aclare. ¿porqué ocurre esto?

La radiación solar, junto con el oxigeno del aire, producen la oxidación de los gránulos de melanina en la zona de la corteza del pelo. Esto provoca, en los cabellos de color natural, que se puedan aclarar, lo conocido como reflejos naturales. Cuanto menos intensa es la coloración natural del cabello, debido al uso de tintes, mechas, etc., más susceptible es de padecer cambios de coloración tras la exposición solar.

Incluso el pelo con canas se ve afectado por la influencia del sol. “Estudios realizados sobre el cabello cano demuestran que también éste puede sufrir cambios de coloración derivados de la exposición solar, adquiriendo un tinte amarillento cuanto más prolongada e intensa es la exposición solar.

El espectro de luz solar está constituido por irradiación ultravioleta tipo A (UVA) y tipo B (UVB). Se ha demostrado que los efectos nocivos de la irradiación UVB pueden llegar a ser de 2 a 5 veces superiores que la irradiación UVA aislada. La pérdida de estructura proteica va a condicionar unos cambios en sus propiedades mecánicas, por lo que el cabello se puede volver más frágil y quebradizo.