Desde hace mucho tiempo cientos de mujeres confían cada mañana en su crema rica en Q10. Como si de un ritual se tratara, abren el bote y bañan su piel extendiendo un producto en el que creen les aportará hidratación y unos potentes efectos antioxidantes, que pararán por unos instantes su incesante reloj biológico.
¿Y si os digo que esto no es así? La Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha realizado estudios en los que se asegura que no hay indicios de que la Coenzima Q10 tenga alguna capacidad antioxidante. De hecho, la EFSA afirma que los estudios realizados a animales o in vitro no pueden aplicarse a humanos.
La EFSA, por tanto, pone en jaque los suplementos alimenticios ricos en esta molécula y, aunque no hable directamente de la cosmética, por no ocuparse de ella, sólo hay que sacar conclusiones. Si no se ha demostrado su eficacia antioxidante de manera oral, mucho menos se demostraría de manera tópica.
Es importante señalar, que la EFSA también ha advertido que la mayoría de los estudios publicados se han hecho en pacientes hipertensos que ya estaban en tratamiento farmacológico, por lo que no hay evidencias de relación directa entre la suplementación con Q10 y la tensión arterial.
El tema no acaba aquí. Uno de los principales efectos que se le han atribuido a los productos ricos en Q10 es la posibilidad de bajar los niveles del colesterol malo en humanos. Tampoco existen pruebas de que sirva para mejorar las funciones cognitivas, ni para proteger el sistema neurológico.
Teniendo en cuenta, que la venta de suplementos alimenticios se ha disparado en los últimos años de forma espectacular, llegando a multiplicarse por 10, 15 ó 20, no es extraño que muchos laboratorios o empresas quieran sacar tajada de algunos compuestos de moda. No hay que olvidar que vivimos en una sociedad capitalista, donde los intereses económicos van muy por delante de los seres humanos. Sólo está en nuestra mano conocer más de cerca lo que nos venden y tener muy presente que no hay ningún suplemento ni crema que nos de la eterna juventud.
