
Este año te casas y quieres que todo salga perfecto. Vas a ser la protagonista durante ese día y debes lucir mejor que nunca. Lo malo, es que con los nervios suele ocurrir todo lo contrario. Si no quieres que ese día sea un desastre, lo mejor es que empieces a prepararte unos meses antes. No sólo te lo agradecerá tu cuerpo, también tu rostro, que lucirá descansado, luminoso y vital.
Si quieres hacer dieta…
El sueño de cualquier novia es que el vestido nos haga lucir un tipazo. Si te sobran unos kilitos, lo mejor es que te pongas manos a la obra hasta seis meses antes de tu boda. Recuerda, que es un gran error intentar perder peso demasiado rápidamente porque tiene un gran efecto rebote (recuperamos más de lo que hemos perdido en un corto espacio), así que acude a un nutricionista a que te ponga una dieta específica y combinada con algo de ejercicio.
Por otro lado, si quieres perder grasa de una zona determinada, piensa que no existen dietas destinadas a perder peso en zonas específicas. Cuando se adelgaza lo habitual es reducir en general. Si se busca perder de un área determinada (piernas, abdomen…) hay que recurrir a un tratamiento de estética localizada o a ejercicios específicos.
Si tu obsesión es tu abdomen. Además de hacer abdominales, ten mucho cuidado con las bebidas azucaradas, con gas y el alcohol. Déjalas a un lado estos meses y ya verás como irás reduciendo tripita poco a poco.
Para la zona de los glúteos y las caderas es bueno reducir el consumo de grasas y carbohidratos. También es importante beber un mínimo de 2 litros de agua al día y tomar frutas (no más de dos al día ¡contienen azúcares!) y verduras que favorezcan la eliminación de líquidos. La piña y los espárragos son una buena opción para ello.
Lo ideal sería complementar esta pauta con algún tipo de ejercicio, especialmente aeróbico. Caminar todos los días a buen paso durante 45 minutos sería una excelente ayuda.
Controlar los nervios…
Otro de los grandes problemas antes de casarse son los nervios, el estrés, la tensión. La ansiedad nos hace comer más, dormir peor, lo que trae como consecuencia que nuestro aspecto generalizado se ve completamente afectado. En este caso, lo esencial es incorporar a nuestra dieta alimentos que ayuden a segregar serotonina, la hormona del bienestar. Estos alimentos son todos los que contienen triptófano, un aminoácido esencial que se encuentra principalmente en las proteínas de origen animal como los huevos y la leche, seguidos de pescados, carnes y cereales integrales.
Os dejamos seis alimentos que ayudarán a reducir tu estrés:
- El plátano. El eterno desterrado en las dietas de adelgazamiento porque contiene muchos hidratos de carbono, puede ser un gran aliado si no se consume a diario. Tiene muchos minerales, que ayudan al sistema nervioso a regularse.
- Las almendras. Contienen todos los nutrientes necesarios para vigorizar el sistema nervioso, además de minerales y proteínas. Si se comen entre 5 y 15 almendras (sin piel, que dificulta su digestión) obtendremos mucha energía y regeneración.
- Las uvas pasas. Las pasas son un dulcérrimo sustitutivo de los dulces que además contiene minerales, vitaminas B1 y B6 y ayudan a reducir el estrés. Los nutricionistas recomiendan beber mucha agua cuando se comen pasas para compensar la pérdida de agua que produce comer fruta deshidratada.
- Espinacas y brécol. Contienen vitaminas y minerales que ayudan a regular el sistema nervioso. La espinaca es preferible comerla cruda (en ensalada) para que no pierda propiedades, y el brécol con una cocción de no más de 10 minutos.
- Germen de trigo. Es muy beneficioso para el sistema nervioso porque conteine magnesio, cobre y potasio. Lo podemos consumir mezclado con un yogur, con fruta o cereales. También está bueno sobre una ensalada.
- Semillas de girasol. Sí, ¡las pipas de toda la vida! Contienen vitaminas E y B, pero las debemos consumir al natural, no fritas como las compramos en el kiosco para comer mientras vemos la tele. En los herbolarios las puedes encontrar ya peladas y listas para tomar en cualquier momento.
Rostro perfecto…
Ese día no sólo tenemos que estar radiantes para nuestros invitados y para nuestro chico, también para la cámara. Van a hacerte muchas fotos, recuerdos que quedarán inmortalizados para siempre, por lo que tu rostro tiene que estar perfecto como poco. Realizar una dieta equilibrada rica en frutas y verduras ayudará sin duda a tener un aspecto más saludable.
De este modo, consume alimentos ricos en vitamina C: arándanos, brócoli, kiwi, naranjas, fresas, papaya o boniato.Te ayudarán a producir más colágeno que fortalece los capilares que alimentan a la piel. No te olvides de los ácidos Omega 3 y 6. Son ácidos grasos esenciales que se encuentran en pescados como el salmón, aceite de girasol y de maíz.
¿Conoces el sulfuro? Los alimentos que lo contienen ayudan a suavizar la piel. Aunque sean fuertes, aumenta tu consumo de ajo y cebolla. Por otro lado, la Vitamina E es un excelente antioxidante, regenera y rejuvenece. La puedes encontrar en el aguacate, almendras, nueces, piñones y aceite de girasol.
Zinc reparador: el hígado, las semillas de calabaza, el germen de trigo, las sardinas y las ostras contienen este mineral que ayuda a reparar los daños diarios de la piel, y sobre todo, bebe agua, mucha agua. Hay que hidratar la piel por fuera y por dentro. Unos 8 vasos al día (también sirven tés, café o zumos naturales) mejoran el tono del cutis.
Si estás pensando someterte a algún tratamiento de medicina estética, lo mejor es realizar un par de sesiones de infiltraciones de ácido hialurónico no reticulado antes de la boda. No se trata de un relleno, si no de una hidratación generalizada, que le dará a tu piel un aspecto más fresco y jugoso. Lo ideal es hacerse varias sesiones. Por ejemplo una dos meses antes de la boda y otra tres semanas antes.
Si quieres ponerte algún relleno más profundo o botox, lo mejor, es probarlo meses antes. En el caso de la toxina botulínica, si es la primera vez, lo ideal es ponerla siete u ocho meses antes y si te gusta el resultado, volver a repetir un mes antes de tu enlace. Por lo demás, te aconsejamos algún tratamiento de microdermabrasión quince días antes para tener el rostro limpio y luminoso, con el poro cerradito y, por ejemplo, antes de que comience el buen tiempo hacerte un peeling como el de ácido retinoico, que te dejará el rostro tenso y libre de arruguitas.