Los últimos descubrimientos en nutrición revelan que los ingredientes más sencillos y fáciles de adquirir pueden contribuir a una más rápida pérdida de peso o a ayudar a mantener el que ya hemos obtenido. Te los contamos a continuación. Además, te ofrecemos un par de trucos extra poco conocidos con el mismo fin.
1. Medio litro de agua antes de cada comida para eliminar un kilo más
El agua ni engorda ni adelgaza ni tiene calorías pero está más que reconocida su utilidad para perder peso ya que ayuda a eliminar toxinas. Además, un experimento acaba de revelar que beber medio litro de agua antes de cada comida durante dietas de adelgazamiento ayuda a bajar algo más de un kilo extra. Los investigadores hicieron la prueba con 84 personas con sobrepeso durante 12 semanas; la mitad tenía que beber ese medio litro de agua antes de comer mientras que al resto le pidieron que se imaginaran que están saciados también en ese momento. El resultado fue que aquellos que bebieron agua perdieron 1.3 kilos más. Prueba tú también con este sencillo truco, eso sí, con agua sin gas (no, no valen refrescos, bebidas carbonatadas ni esas versiones con saborizantes).
2. Semillas de sésamo o lino para mantener el peso.
Un reciente estudio ha demostrado que basta una cucharadita de semillas de sésamo o de lino en nuestro zumo de frutas, yogur o bol de cereales para ayudarnos a mantener el peso. Se estudió el peso de mil mujeres durante más de 10 años mientras se observaba la presencia de lignanos (metabolitos muy antioxidantes que contienen ambas semillas) en su cuerpo.Las participantes con niveles altos de enterolactona y enterodiol, presentes en los lignanos, tenían niveles de grasa corporal más bajos (24.6) que quienes no consumían estos alimentos (27.5). La diferencia era de 3 puntos entre unas y otras es muy importante ya que las primeras tenían un nivel de grasa corporal normal y las segundas el propio de personas con sobrepeso. Los expertos aún no han podido encontrar la causa exacta de la acción de los lignanos sobre el peso, pero lo que está claro es que funcionan. Así que ya sabes qué puedes incorporar a tu dieta para hacerla más efectiva.
3. Aprende a distinguir entre «integral» y «alto contenido en fibra».
Existe una gran confusión con un concepto y con otro provocado por un etiquetado capcioso que los fabricantes suelen poner a propósito. Por todos es sabido que el consumo de fibra es esencial para perder peso ya que ayuda a un buen funcionamiento digestivo y a la correcta eliminación de residuos. La confusión llega cuando compramos un producto «rico en fibra» y pensamos que es integral. Este nutricionista explica claramente las diferencias entre uno y otro, que te resumimos a continuación. Un producto integral no está refinado y conserva el salvado y el germen de la semilla (de ahí su color marrón, a veces). Uno rico en fibra sí está refinado y se le ha añadido el salvado artificialmente. Estos alimentos no son perjudiciales para la salud, ni mucho menos, pero no aportan tantos nutrientes como los integrales de verdad y, por supuesto, no tanta fibra.
4. Cómete la fruta, no te la bebas.
Con la fiebre de los zumos verdes y los smoothies ligeros como parte de las dieta de adelgazamiento se nos olvida algo muy importante. Las frutas contienen azúcares, mucho más sanos que el azúcar refinado pero azúcares al fin y al cabo. Cuando se recomiendan 5 piezas de fruta y verdura al día se recomienda que solo 2 de éstas sean fruta precisamente por este motivo. ¿Has pensado en cuántas naranjas hay en un solo vaso de zumo? Alrededor de tres. Si te pones más creativa y te haces un combinado con sandía, fresas, mango y maracuyá el resultado puede ser un tanto desastroso en cuanto a azúcares. Deja los zumos para ocasiones especiales y procura comer piezas enteras; tu pérdida de peso te lo agradecerá.
5. Los pistachos, tus snacks aliados.
La cantidad de nutrientes que aportan los pistachos los hacen imprescindibles como picoteo saludable en cualquier dieta de adelgazamiento. Basta con un puñado, en el desayuno o entre éste y la comida, para saciarnos aportando calorías saludables. Pero éstos tienen otra ventaja: cómpralos siempre con cáscara porque el proceso de pelarlos termina por proporcionar sensación de saciedad. Y sin sal, para evitar la retención de líquidos. Pero hay más: un estudio de 2018 reveló que las personas que comían pistachos en regímenes de adelgazamiento no perdían ni ganaban más peso pero tenían niveles de glucosa y triglicéridos más bajos, así como una presión arterial también más baja.