lipolifting, el último grito para aumentar volumen en cara y cuerpo

En medicina estética son cada vez más populares las técnicas que nos tratan con sustancias extraídas de nuestro propio cuerpo, véase la mesoterapia con plasma rico en plaquetas o el lipolifting. Esta última técnica consiste en transferir grasa de otra parte del cuerpo del paciente, e inyectarla donde se quiera ganar volumen, por ejemplo en el pecho, glúteos, pómulos…

El traspaso se realiza en la misma sesión, la grasa que se obtiene del paciente por medio de una liposucción se separa y procesa en una máquina similar a la que se utiliza en las donaciones de aféresis para obtener sólo los adipocitos vivos. En este mismo procedimiento, se separan de la grasa proteínas del crecimiento, que se encuentran dentro de las plaquetas, que se inyectan junto a la grasa. Después, se inyecta en la parte del cuerpo deseada.

El hecho de que esta técnica sea todo un éxito a la hora de aumentar el pecho, se debe a múltiples factores: se evitan posibles complicaciones consecuencia de la prótesis, no hay cicatriz, la intervención es menos dolorosa y agresiva, como la grasa es del propio paciente, se evitan problemas de rechazo y el aspecto es más natural.

Los resultados se aprecian a partir del tercer mes después de la intervención, ya que que existe un periodo de reabsorción de la grasa inyectada. El único inconveniente de esta intervención, es que para realizarla el paciente tiene que tener grasa suficiente, y, por normal general, las mujeres que quieren aumentar de talla son, por regla general, delgadas.

Aunque este tratamiento no es nuevo, se ha mejorado notablemente en los últimos tiempos. Además, la técnica evoluciona hacia la creación de bancos de grasa, que permitirán al paciente guardar su propia grasa para poder utilizarla en rellenos cuando quiera. Aunque parece ciencia ficción y un poco raro, puede que haya mujeres que se decidan a engordar sólo para someterse a este procedimiento, en el caso de ser delgadas, guardar su grasa, y adelgazar de nuevo posterioremente, o guardarla antes de iniciar una dieta de adelgazamiento para en un futuro tenerla ahí y así ponerse más pecho, por ejemplo.

Pero el tema puede ir mucho más allá y en un futuro se podrá crear grasa de manera artificial para que, si un paciente tiene muy poca grasa propia, ésta se pueda multiplicar en el laboratorio. Sin duda, la medicina estética evoluciona a pasos agigantados y será sólo cosa del bolsillo no querer ponernos más guapas.