Hay muchos mitos alrededor del embarazo que pueden ser bastante peligrosos si no se contrastan y se siguen. Uno de ellos, es que las embarazadas deben de reposar durante los 9 meses de gestación y no hacer ejercicio, pero ¿hasta qué punto esto es cierto? Los ginecólogos coinciden en que sí se puede. Es decir, que estando sana y sin ningún problema es positivo y recomendable y solo está contraindicado en casos de mujeres con dolencias como ciática, hipertensión o problemas de corazón.
Debes saber que la actividad física en un embarazo salud tiene muchas ventajas. Evitarás aumentar de peso en exceso, mejorarás la tensión arterial y conseguirás disminuir las inevitables molestias digestivas. Además, tus músculos estarán más tonificados, permitiendo una mejor y más rápida recuperación tras dar a luz y evitando trastornos como la incontinencia urinaria.
Las consecuencias de llevar una vida sedentaria en la gestación son muy negativas. Podemos sufrir pesadez de piernas, fatiga, calambres, dolores en las articulaciones e incluso retención de líquidos. Además pueden verse agravadas con problemas como estreñimiento, hemorroides o aparición de varices, por no hablar del consiguiente aumento de peso, que puede traer complicaciones a la madre e incluso al bebé.
¿Qué actividad es la más aconsejable?
Esta pregunta es interesante, ya que no todas las actividades, como es lógico, están recomendadas durante el embarazo. Se recomienda especialmente natación, yoga y pilates durante la gestación. Y, si encima son específicamente diseñados para futuras mamás, sus beneficios serán mayores. A veces no es tan necesario que los ejercicios estén diseñados para la embarazada, sino que lo que debe haber es un buen control y una buena adaptación a su estado. Lo que debe primar es el sentido común y dejarse asesorar por profesionales cualificados.
¿Cuándo empezar y cuándo parar?
Desde el momento en que sepas que estás embarazada puedes hacer ejercicio o, si ya lo hacías antes, continuar. Eso sí, habrá que ir adaptándolo a cada fase del embarazo. El haber tenido abortos previos o pérdidas es un motivo para que, durante los primeros tres meses, se deban evitar esfuerzos y la actividad sea suave, aunque el cuerpo esté más ágil y ligero.
El primer trimestre es el más delicado, el momento de implantación del embrión. Es recomendable que las futuras madres que no hacían ejercicio antes no comiencen hasta pasada la semana 12, por lo que dejaremos este primer período solo para paseos.
Llegado el segundo trimestre los riesgos disminuyen y las mujeres aumentan su energía y se encuentran mejor, por lo que es el mejor momento para la actividad física. Claro que surge un impedimento: el tamaño de la tripa. De ahí la importancia de que los ejercicios estén adaptados a ella, también.
Es mejor parar en la piscina en las últimas 3 semanas porque se reblandece el tapón mucoso y pueden aparecer infecciones. Pero en Pilates, siempre y cuando la embarazada no se agote y siga notando los beneficios de moverse y estirarse, no hay problema, se puede hacer hasta el día antes del parto o incluso pasada la fecha prevista.
Consejos para hacer ejercicio embarazada
Una vez que encuentres el momento para hacer una actividad debes tener en cuenta este decálogo básico para hacerlo de manera saludable y sin peligro para ti ni para tu bebé:
- Déjate aconsejar por profesionales para saber qué disciplina es la que más te conviene
- Evita los deportes de impacto (baloncesto, correr, boxear…) porque pueden dañar dañar la musculatura del sueño pélvico.
- Huye de aquellos que te puedan provocar caídas peligrosas (el esquí, la equitación…). Aquí entrará en juego el sentido común.
- Cuidado con la intensidad: una mujer embarazada nunca debe realizar un sobreesfuerzo. La actividad debe ser moderada y continuada pero sin llegar al agotamiento. Si ves que no puedes mantener una conversación a un ritmo normal porque te quedas sin aliento, eso es que estás poniendo demasiado énfasis.
- No te olvides de caminar. 30 minutos al día (aunque algunos recomiendan una hora) son gratis, beneficiosos y siempre encontrarás un momento. Bajarte del autobús unas paradas antes o recurrir menos al coche pueden serte de gran ayuda. Y es que, ¿recuerdas que andar sirve para hacer desplazamientos?
- Piensa en tus objetivos: no haces ejercicio para adelgazar o conseguir un cuerpo 10. Lo haces por tu bienestar y por el de tu bebé.
- No te olvides del postparto: realizar actividades durante el embarazo facilitará tu recuperación. Pero dedicarte un par de horas a la semana para cuidarte son fundamentales, con los beneficios que conlleva una buena recuperación del suelo pélvico y de toda la musculatura en general. Centros como el que dirige también tienen terapias específicas para las nuevas mamás, infórmate sobre ellas.
- Recuerda que cada embarazada y cada embarazo dentro de cada mujer es diferente. Cuanto más adaptada esté tu rutina a ti, más beneficiosa será.
- Estar embarazada es un buen plan. Un embarazo sin riesgos no es una enfermedad sino un período muy bonito; y mantener una vida activa puede hacerlo aún mejor y, sobre todo, más saludable.
- Tu ginecólogo tiene la última palabra en todo: consúltalo todo con él y sigue sus recomendaciones al pie de la letra.