Hoy me he levantado con una noticia que ha roto por completo mis esquemas. Hasta ahora pensaba, que con aplicar con regularidad un protector solar con SPF alto a la hora de exponerme a los rayos ultravioletas era más que suficiente para no acabar padeciendo un temido melanoma. Parece que no. Según una investigación publicada en Nature, realizada en Universidad de Manchester (Reino Unido), el protector solar no es suficiente para protegerse del sol.
El investigador principal, el profesor Richard Marais, y su equipo han analizado el papel de la radiación UV en los melanomas impulsados por la mutación BRAF (V600E) -la más común en este tipo de cáncer de piel-. Y han visto que en los animales con esta mutación, los niveles de radiación UV que imitan a la quemadura solar leve en los seres humanos inducen mutaciones en el gen del tumor supresor de Trp53, que impulsa a la progresión del tumor.
El trabajo proporciona pruebas fehacientes de que las cremas solares no ofrecen una protección completa contra los efectos dañinos de la luz ultravioleta. El artículo pone de manifiesto la importancia de combinar la protección solar con otras estrategias para proteger nuestra piel, incluyendo sombreros y ropa suelta, y por supuesto buscando la sombra entre las 12 y las 18 horas.