Parece complicado eso de tener un viente plano sin hacer abdominales, pero es posible. Una de las formas más extendidas es el Plank, un tipo de ejercicio abdominal isométrico en el que el cuerpo no se mueve, sino que consiste en mantener la misma postura por un período determinado de tiempo. No os voy a engañar, estar una misma posición, como la que veis en la imagen, aguantando cerca de un minuto tampoco es sencillo, pero para muchos es menos duro que hacer abdominales y además conseguimos corregir posturas.
Realizar el Plank es tan sencillo como tumbarnos boca abajo, apoyarnos en las puntas de los pies y en nuestras manos abiertas a la anchura de los hombros manteniendo el cuerpo totalmente recto, como si se tratara de una tabla. Una vez arriba, hay que contraer bien el abdomen intentando tirar del ombligo hacia arriba.
En Internet podéis consultar vídeos sobre esta práctica, lo importante es ir incrementando los minutos conforme pasen los días e intentar mantener una buena postura, ya que muchos tienen a esconder la cabeza debido al cansancio y pierden la postura, y, por tanto, la eficacia. Os aconsejo empezar haciendo 30 segundos durante un par de días e ir incrementando de 30 en 30 hasta llegar al máximo de 3 minutos, que tendréis que conseguir cuando pasen las semanas.
