Aceites para prevenir arrugas, ¿cuál elijo?

Si últimamente te ves la cara más apagada y te pide a gritos una dosis extra de hidratación, ya es hora de que te apliques con un suave masaje algún aceite esencial. Son perfectos para prevenir arrugas y mantener la piel nutrida, aunque si tienes la piel grasa es mejor que no abuses de ellos. Los hay de muchos tipos, los más famosos son el aceite de Rosa de Mosqueta, el aceite de almendras, el aceite de argán, o el aceite de Jojova.

Aceite Rosa de Mosqueta

Se ha convertido en un ingrediente muy valioso en los productos cosméticos naturales modernos para el cuidado de la piel por sus beneficios en la regeneración de la piel. Las semillas de rosa mosqueta son recogidas y procesadas para extraer el aceite de rosa mosqueta puro, una ácidos grasos poliinsaturados esenciales que contienen alta concentración de vitamina C, por lo que proporcionan notables efectos de rejuvenecimiento de los tejidos.

Entre sus beneficios se encuentran:

  • Reduce las arrugas y los signos de envejecimiento prematuro. También ayuda a contrarrestar los efectos de sequía del sol que generalmente se notan por primera vez en las arrugas finas o “patas de gallo” alrededor de los ojos y la boca.
  • Atenúa cicatrices (quirúrgicas y accidentales) y mejora el color de las mismas (es decir, reduce el enrojecimiento o hiperpigmentación). También evita la formación del tipo de cicatriz queloide, que puede aparecer después de procedimientos quirúrgicos y ayuda a hacer menos visibles las cicatrices dejadas por el acné o varicela.
  • Provee excelentes resultados en el tratamiento de la piel que ha sido quemada o expuesta a radioterapia.

Aceite de Almendras

A las almendras se las conoce bien por tener un gran valor nutricional. Tienen un alto contenido en vitamina A, B y E. Además es un fruto que contiene una gran cantidad de proteínas y minerales. El aceite de almendras se utiliza tanto en el cabello, como en la piel del rostro, manos y cuerpo. Para que os hagáis una idea, es ideal para nutrir e hidratar las pieles sensibles y delicadas, regenerando así las pieles mas castigadas por exposiciones al sol o a rayos UVA. Alivia las irritaciones que suelen tener los bebes por culpa del roce del pañal y previene las estrías a las embarazadas y en tratamientos adelgazantes.

Aceite de Argán

También llamado el oro líquido, el aceite de Argán es, por su contenido en insaponificables, perfecto para el cuidado de las uñas y por su contenido en vitamina E, es ideal para combatir el envejecimiento y la sequedad de la piel.

Hace aproximadamente 2 décadas, los análisis químicos realizados al aceite de Argán, confirmaron sus valiosas propiedades nutricionales y dermatológicas (incluyendo el uso para acné, arrugas y heridas leves).

El Aceite de Argán además de una elevada cantidad de vitamina E, contiene un 80% de ácidos grasos esenciales: siendo 45% ácido oléico y 35% linoléico.

Beneficios:

  • Anti-aging, efecto regenerativo de la piel
  • Antiséptico
  • Fungicida
  • Quemaduras de sol
  • Enfermedades dermatológicas como neurodermitis y psoriasis
  • Suaviza, hidrata y aporta brillo a la piel
  • El aceite de argan estimula la oxigenación de la piel y aporta elasticidad
  • Protege la piel de las agresiones externas
  • Restaura la capa hidrolipídica cutánea y aumenta el contenido de las células
  • Reestructura y endurece las uñas
  • El aceite de Argan además, fortalece el cabello

Aceite de Jojova

El Aceite de Jojoba está indicado para los problemas de la piel tanto por sequedad extrema como por desequilibrios de grasa, lo que lo hace un aceite muy versátil. Se trata de una cera que actúa directamente contra el envejecimiento, hidrata las pieles secas, nutre el cabello y evita la acumulación del sebum. La aplicación habitual del aceite de jojoba facilita los procesos de regeneración celular y aumenta tanto la elasticidad como la suavidad y firmeza de la piel.

Además de su alto contenido en ceramidas, también está presente en el Aceite de Jojoba la vitamina E, que actúa como antioxidante y protege a la piel de los radicales libres.