Fotorejuvenecimiento, olvidate de manchas y líneas de expresión

Una de las técnicas más empleadas actualmente en centros de estética es el llamado fotorejuvenecimiento, un tratamiento facial que consiste en aplicar pulsos de luz intensa (IPL) en la piel, penetrando en esta y estimulando la formación de nuevo colágeno. Es muy aconsejable para rostros apagados, manchados y con aspecto envejecido.

Fotorejuvenecimiento, olvidate de manchas y líneas de expresión

Básicamente, el fotorejuvenecimiento está indicado para tratar los eritemas en el rostro, cuello y escote, el daño solar, los problemas de pigmentación, piel desgastada o áspera, cicatrices de acné, poros, y, en definitiva, para recuperar y conseguir una piel fresca y joven. También es muy usado en personas con rosácea y en aquellos que presentan rostros y mejillas enrojecidas por una vasodilatación venosa.

El tratamiento consta habitualmente de varias sesiones, breves y periódicas, distanciadas entre si sobre 45-60 días. Cada sesión de IPL dura aproximadamente una hora y después de realizarla, la piel va regenerándose y renovando sus características. Lo importante, es que no se tome el sol durante el tratamiento y mientras se esté llevando a cabo no olvidar salir a la calle con un protector solar.

Lo mejor del fotorejuvenecimiento, un hecho que está haciendo que cada vez tenga más adeptos, es que es no requiere de hospitalización y el paciente puede hacer una vida completamente normal una vez termine la sesión. No deja ninguna secuela, si acaso un breve oscurecimiento de las manchas del rostro, que irán aclarándose conforme pasen los días y se realicen más sesiones.

Como siempre, aconsejo que esta técnica se haga en centros de confianza y con personal cualificado. Personalmente, lo he probado en algunos centros médico estéticos y estoy muy contenta con los resultados. Tanto, que prolongaré las sesiones un par de meses más hasta aproximadamente abril-mayo, lo que viene a ser antes de la llegada del verano.