Cuestión de peso: Verdades y mentiras

En breve llegará el verano y son muchos los que quieren empezar a paliar los excesos cometidos durante el invierno, cuando era todo más fácil de disimular. Si has empezado a disminuir la ingesta de calorías por tu cuenta, no está de mal que leas estos consejos para que conozcas todas las verdades y mentiras a la hora de adelgazar.

Cuestión de peso: Verdades y mentiras

En primer lugar, si decides ponerte a dieta no seas tan estricta contigo misma. Piensa, que el hecho de llevar una dieta espartana te producirá tal agobio que no conseguirás terminar de llevarla a cabo. Todos necesitamos recompensas emocionales. Incluir algo de azúcar, como la fructosa o el azúcar moreno, y grasas saludables en tu dieta (aceite de oliva, frutos secos, pescado azul) te hará sentir más satisfecha y menos tentada a comer lo que de verdad no debes.

Una de las grandes mentiras a la hora de hacer dieta es que no hay que comer entre horas. Todo lo contrario, hay que hacer tres comidas principales y dos tentempiés sanos entre horas. Si no lo haces así, te acabarás quedando sin energía, ralentizarás el metabolismo y llegarás con tanta hambre a la siguiente comida, que devorarás la nevera. Por ejemplo, dos o tres nueces o un puñadito de pipas de calabaza entre horas te ayudará a llegar sin tanta hambre a la siguiente comida.

No te escudes en los alimentos quema grasas, NO EXISTEN. No existe ningún alimento que queme las grasas, como mucho, te ayudan a digerir mejor los alimentos. Hay alimentos como el chocolate y los refrescos de cola que pueden acelerar levemente el metabolismo durante un rato, pero nunca harán que pierdas peso. Realmente lo importante es equilibrar la alimentación. Así, hacer de vez en cuando una cena ligera a base de verduras también es buena idea para limpiar tu organismo y equilibrar el consumo de calorías. O por ejemplo, también, tomar después de la cena un poco de piña.

Cuestión de peso: Verdades y mentiras

Intenta no mezclar alimentos. Dale prioridad a cada tipo de alimento según la hora del día y la actividad física que vayas a hacer. De este modo, si tomas un plato de pasta (con una porción menor de proteínas) es más inteligente comerlo al medio día y un filete de pescado a la plancha (acompañado por una patata cocida o verduras), por la noche.

Cuidado con la dieta Dunkan. Digo cuidado porque es una dieta, tal y como hablamos en su momento, que sólo se basa en la ingesta de proteinas. Al consumir tantas proteínas (huevo, carne, queso) tu organismo también recibe una gran cantidad de grasa, lo que a la larga puede ser peligroso para tu corazón. Además, si eliminas los carbohidratos de tu dieta, estarás suprimiendo la fibra, fundamental para el buen funcionamiento de tu aparato digestivo. Si lo que quieres es adelgazar, lo ideal es combinar sesiones de ejercicio aeróbico (correr, nadar, hacer spinning, andar) con sesiones de entrenamiento de fuerza.

Lógicamente evita las grasas lo más que puedas. Si te has propuesto adelgazar tienes que controlar la cantidad de grasas que ingieres, pero eso sí no eliminarlas totalmente de la alimentación. Hacerlo sería un gran error para tu salud: sequedad de la piel, sistema inmune débil, déficit de vitaminas, caída del pelo… Tienes que tener en cuenta que no se trata de comerte un chuletón de cerdo, pero sí recurrir a alimentos que llevan grasas «sanas». Así, come un puñadito de frutos secos sin tostar y al medio día, añade aguacate a la ensalada. Por la noche, puedes recurrir a algún pescado azul, como por ejemplo las sardinas de lata, que son muy sanas y contienen mucho calcio.

Cuestión de peso: Verdades y mentiras

No elimines de tu dieta los lácteos. No tienes porque hacerlo, aportan calcio y vitaminas, pero recurre a las versiones desnatadas y sin azucares añadidos. Los yogures blancos desnatados con edulcorantes son una buena opción para el desayuno, o la leche desnatada. Una buena idea para la cena o para entre horas, es tomar una porción o dos de queso fresco sin grasa.

Una grandísima verdad: haz algo de ejercicio, imprescindible, sobre todo, si quieres bajar de peso. De nada te servirá hacer dieta si no realizas algún tipo de actividad física.  El ejercicio aeróbico es el que más grasas quema, pero no el único. Mucha gente piensa que si quiere adelgazar no debe ejercitar la musculatura con peso. Gran error: todo el ejercicio que hagas cuenta y, de hecho, el ejercicio de fuerza ayuda a crear músculos, que consumen una gran cantidad de energía y activan el metabolismo.

Cuestión de peso: Verdades y mentiras

No renuncies a un postre. El poste es la parte de la comida que más nos hace engordar, aunque no tiene porqué. Aprende a echar mano de opciones que no aporten muchas calorías. Los yogures desnatados con soja o una manzana asada y endulzada con miel o azúcar de caña integral pueden ser interesantes opciones tras almorzar. Si lo tuyo es más el chocolate, puedes tomar una o dos onzas del más puro posible (al 70 u 80% de cacao), te añadirá muy pocas calorías.