¿Qué aún no usas iluminador? No sabes lo que te estás perdiendo. Se trata de un producto básico si quieres lucir un aspecto radiante, incluso después de haber estado toda una noche sin dormir. Por otro lado, es un gran aliado para poder disimular zonas del rostro más envejecidas, zonas oscuras o más hundidas, como surcos nasogenianos, contorno de ojos, aletas de la nariz…
De este modo, las zonas correctas para su aplicación son:
- Bajo la ceja, especialmente al final de la misma.
- En el lagrimal, para darle más luz.
- En el primer tercio de la ojera, para descansar la mirada.
- En las aletas de la nariz, para iluminar
- Y en el centro del labio superior, para marcar más su forma.
- En la zona del surco nasogeniano
Te aconsejamos que nunca extiendas demasiado producto, al revés, toma muy poca cantidad y aplícalo dando suaves golpecitos. El iluminador tiene pequeñas partículas reflectantes y es muy claro, pero no está destinado a tapar, sino a realzar, a dar brillo y luminosidad.
Se aplica justo bajo el arco de la ceja o bien en la parte más alta del hueso de las mejillas. Traza una curva imaginaria que vaya desde la cola de la ceja hasta ese hueso alto de los pómulos, acercándose a la sien en esa curva. Para encontrar el punto, sonríe de manera exgerada y, allí donde tu cara se eleve más, estará ese punto de lo alto de los pómulos.
Como iluminador te recomendamos el Luz Magique de L’Oreal. Personalmente es el que uso yo y me encanta. Además no supera los 10 euros. El Skinmatch de Astor también deja un acabado perfecto que dura todo el día. Tampoco es excesivamente caro, por lo que no esperes más y hazte con alguno.