Es cierto, que debido a los altos niveles de testosterona, el tema de la alopecia afecta mucho más a hombres que a mujeres, pero también hay que decir que cada vez son más las mujeres que tienen este problema en sus vidas de manera permanente o que han sufrido un caso de pérdida de cabello por lo menos en algún momento de su vida.
Concretamente, aproximadamente un 10% de mujeres jóvenes tienen alopecia Androgénetica, que como su propio nombre indica tiene una casa genética a la par que hormonal, además casi el 80% de las mujeres de más de 65 años lo padecen. El patrón de alopecia femenino es diferente al del hombre, suele haber una menor densidad de pelo en la zona central de cuero cabelludo, mientras que los laterales y la zona posterior no suele estar alterada.
Dado que uno de los atributos de belleza más poderosos en la mujer es su cabello, en estos casos de pérdida, el factor psicológico tiene un papel muy importante, y juega muy malas pasadas. Como todo, hay tratamientos para paliar la pérdida de pelo, que en la mayoría de los casos da excelentes resultados.
El tratamiento estrella es el liquido Minoxidil, siendo más efectivo al 5%. En su origen, se comercializaba en comprimidos y se utilizaba exclusivamente en pacientes hipertensos. Dado que se trata de un vasodilatador, tiene una excelente respuesta en este tipo de patologías. La acción del Minoxidil contra la caída del cabello, se descubrió porque algunos pacientes hipertensos presentaban como efecto secundario crecimiento de vello en cuerpo y cuero cabelludo.
Su acción es verdaderamente potente en estas concentraciones, aunque sólo permanece mientras se usa. Como tratamientos orales se prescriben antiandrógenos, como la ciproterona (Androcur), la flutamida y la espironolactona ( Aldactone). Por su parte, hay varios estudios que demuestran que la finasteride (Propecia/Proscar), recetada a hombres con este problema, no es eficaz en la alopecia femenina, aunque sí en la masculina.
Hay que tener en cuenta que sólo un dermatólogo podrá realizar un estudio y dictaminar si nuestra alopecia es androgenética o se trata de otro tipo de alopecia (areata, cicatrizal), o de un simple efluvio telógeno, que es la caída del cabello debido a una situación de estrés o tras el embarazo. El médico recetará un completo análisis de sangre y de hormonas antes de llegar a una conclusión, ya que hay que tener en cuenta que los problemas de anemia también pueden causar pérdida de cabello.
Por último, es fundamental estar alerta con algunos tratamientos que dicen ser efectivos, pero está comprobado que no tienen ningún tipo de efectividad contra la pérdida de pelo. Por ejemplo láseres, inyecciones de vitaminas, champús, ampollas de placenta o aminexil…