Microdermabrasión, un tratamiento básico para limpiar la piel

Lo confieso, soy adicta a este tratamiento. Desde que lo probé la primera vez hace ya unos 3 años no he podido dejar de hacerlo cada cierto tiempo. Gracias a él he logrado que mi piel se vea más sana, luminosa, perfecta, sin manchas, que no se me noten los poros y, lo mejor, que, aunque ya haya cumplido 30 años, mi piel esté exenta de cualquier pequeña o minúscula arruga.

Todo esto y más se consigue con este maravilloso tratamiento. Si además combináis la micro con peelings y fotorejuvenecimiento, los resultados son aún más sorprendentes. Aún así, si te ves la piel sucia y notas que las cremas ya ni siquiera penetran, no te lo pienses y hazte una sesión.

¿En qué consiste?

La microdermabrasión es un pulido de la piel, que remueve con suavidad las células muertas y células más superficiales, otorgándole mayor luminosidad. Al arrastrar la capa más superficial de la piel, se eliminan también algunas imperfecciones como: manchas solares, cicatrices del acné, arrugas finas, poros tapados, poros dilatados, entre otras. Con esta técnica se oxigenan mejor las células, porque se estimula la circulación sanguínea, y le devuelve su aspecto juvenil.

¿Cómo funciona?

Utiliza un elemento cerrado al vacío y una punta con pequeños diamantes de diferentes calibres. Las impurezas y células muertas de la piel se succionan y se llevan al tubo y a un recipiente de eliminación de residuos. Las puntas de diamantes pulen el rostro con suavidad, por otro lado la succión también estimula el flujo sanguíneo y la producción de colágeno. En la mayoría de los casos, los tratamientos duran alrededor de 15-30 minutos y no requieren de anestesia. Como sucede con muchas otras técnicas de rejuvenecimiento, es probable que se requiera de más de una sesión para llevar a la piel a su belleza natural. La mayoría de los médicos recomiendan entre 6 y 12 sesiones espaciadas cada 3-4 semanas, para lograr los resultados deseados.

Todas las ventajas

  •  Recuperación de la calidad de la piel y reconstruye la piel sana
  • Atenúa las arrugas, endurecimiento y envejecimiento de la piel
  • Mejora las líneas de expresión y la flacidez de la piel
  • Elimina marcas
  • Mejora poros abiertos, pequeñas cicatrices y hendiduras cóncavas
  • Estimula la circulación y metabolismo de la sangre
  • No ocasiona irritación, no se presentan dolores fuertes, no se necesita de anestesia
  • decuada para varios tipos de piel, inclusive pieles sensibles