Estrés, noches sin dormir, excesos con la comida, demasiada fiesta, definitivamente las navidades nos pasan factura. Llega una época complicada para mantener una buena cara, y es que además de lo anterior hay que sumar el frío y la calefacción. No os preocupéis, tenemos algunos secretos para que podáis llegar a enero con la misma piel. El primero y quizá más importante, es que es necesario evitar los limpiadores que contengan jabón, detergente o alcohol porque secan la piel y la irritan. Nos gustan las aguas micelares porque captan la suciedad sin necesidad de frotar, además, aumentan la retención de agua en la capa córnea.
Una de nuestras preferidas es la de Bioderma. Limpia y purifica a diario las pieles mixtas o grasas.
Muy importante, exfoliar dos veces a la semana para eliminar las células muertas que asfixian y apagan tu piel. Si te gustan los exfoliantes mecánicos (contienen arenillas o gránulos), aplícalos una vez por semana. Si son químicos (con ácido glicólico o retinoides), todas las noches.
Para conseguir una mirada descansada, el maquillador David Francés recomienda utilizar primero un precorrector anaranjado, ya que este color neutraliza el morado de la ojera, y luego un corrector del tono de tu piel. Aplícalo dando pequeños toquecitos con el dedo, desde el lagrimal.
Elige una crema que contenga vitamina C en una concentración de entre un 8 y un 15%. Conseguirás combatir y retrasar los signos del envejecimiento cutáneo (manchas, arrugas…), aumentar la resistencia de los vasos capilares y mejorar la luminosidad. Os recomendamos las ampollas de vitamina C de Sesderma que contienen un 12%.
Antes de acostarte utiliza cremas con ácido retinoico, aunque cuidado si tienes la piel sensible, ya que es muy irritante. Tiene un efecto ‘peeling’, que mejora las manchas y estimula la síntesis de colágeno y elastina en la dermis, fundamentales para la juventud cutánea.
Para una piel radiante, elige un concentrado formulado con ácido hialurónico, colágeno, elastina o vitaminas y mézclalo con tu maquillaje habitual para crear tu propia BB cream. Se aplica por todo el rostro como si fuera una crema y tiene un efecto hidratante, iluminador, unificador y tensor, pero sin ensuciar, taponar ni saturar los poros. Uno de estos concentrados puede ser las ampollas LipoCeutical, ricas en ácido hialurónico.
Las ampollas efecto flash son perfectas para aplicar antes de un evento importante porque su acción es inmediata. Hidratan a fondo, tensan y devuelven la luz al rostro. También sirven como tratamiento de choque –durante dos o hasta cinco días– para hacer una cura revitalizante. Suelen contener glicol, soja y betacaroteno (que aportan luminosidad y unifican el tono), y proteoglicanos para un tensado exprés. Se aplican antes del maquillaje sin masajear, simplemente dando pequeños golpecitos con los dedos.
Una opción estupenda para que tus cosméticos tengan el plus de un efecto descongestionante es meterlos en la nevera unos minutos antes de usarlos. Además, si una vez a la semana te pones durante 5 ó 10 minutos una mascarilla que contenga menta, mentol, agua termal u otros ingredientes refrescantes, tonificarás, oxigenarás e hidratarás muchísimo la piel.
Dar rubor natural es el truco antiedad más sencillo y efectivo: Da dos brochazos de colorete, en forma de cruz, sobre el pómulo, sin llegar a la sien. Elige tonos rosados, melocotones o rojos suaves. Opta por las texturas en crema si tu piel es seca y en polvo si la tienes mixta o grasa.
Completa la rutina de belleza con el uso diario de un antiedad global. Apostamos por el aceite Premium Elixir (114 €), de Lierac, que contiene un complejo capaz de estimular la Sirtuina 6, conocida como la proteína de la longevidad. Además, gracias a una suma de oleo-activos procedentes de flores negras y aceites esenciales de argán, sésamo y almendra dulce (ricos en Omega 3, 6 y 9), este innovador producto hidrata, nutre y repara la barrera cutánea protectora. Un cosmético todoterreno.
