Evita las rojeces con estos cinco trucos

Aunque normalmente es con el frio cuando las pieles sensibles suelen acusar problemas de sensibilidad y rojeces, durante el verano también pueden verse alteradas por factores externos como exposiciones al sol, cambios de temperatura (salir de un lugar con aire acondicionado al sofocante calor de la calle) o diversas alergias de las que no estamos libres durante la época estival.

Si quieres evitar estas molestas rojeces, os dejamos algunos trucos básicos:

1. Elige productos suaves e hidratantes

Ya hemos hablado en varias ocasiones de cuál debe de ser el ritual de belleza de las pieles sensibles. Es necesario limpiarla siempre con un agua micelar o un jabón especialmente indicado para este tipo de pieles, como los pan dermatológicos. También es importante mantener la piel muy hidratada con cremas especiales que lleven propiedades para calmar las rojeces, ya sea Avena, agua termal… Lo importante es elegir productos que estén testados bajo control dermatológico.

2. Maquíllate en verde

A la hora de cubrir las rojeces, nada mejor que el maquillaje, pero no cualquiera. Lo importante, utilizar una base correctora de maquillaje que contenga pigmentos verdes, el color que anula al rojo. Este color complementario enmascarará instantáneamente. Es aconsejable evitar los tonos rosas, rojos y las gamas de los ciruelas o violáceos que no hacen más que acentuar el problema. Son preferibles tonos más neutros como el gris, el azul marino o el negro.

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Para dar el toque final a nuestro maquillaje, utilizaremos un polvo translúcido insistiendo en las zonas donde la piel se vea más enrojecida.

3. remedios exprés

Para mantener las rojeces a raya, o por lo menos calmarlas, nada mejor que tener siempre a mano un botecito de agua termal. Los hay en formato pequeño que siempre puedes llevar contigo en el bolso. Así, cuando notes más calor del habitual en tus mejillas, rocíate un poco por la cara y notarás instantáneamente una sensación de alivio. Todos incluyen en su composición minerales y compuestos que además de calmar la piel la protegen de las agresiones externas.

4. Mascarillas forever

No haya nada mejor que llegar a casa después de un intenso día de trabajo y aprovechar el momento de relax para aplicar una mascarilla calmante. Si tienes rojeces, nada mejor que optar por alguna muy hidratante. Ahora en verano puedes tenerla metida en la nevera para que esté fresquita y así la sensación a la hora de aplicarla será aún mejor. Como mascarilla calmante e hidratante recomiendo la de Lavanda del Mar de Apivita.

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Es una mascarilla hidratante que incluye en su composición lavanda del mar, áloe vera y té verde. Proporciona protección antioxidante contra los radicales libres causados por los daños medioambientales y la exposición al sol. Puedes ponerla y dejarla actuar el tiempo que quieras, después retírala con un pañuelo suave de papel.

5. Protégete del efecto frio-calor y cuida la alimentación

Las pieles hiper-reactivas son maltratadas, particularmente, por los cambios acusados del frío al calor. Debemos hacer todo lo posible por evitarlos al máximo ya que, a la larga, arrastran una dilatación de los vasos sanguíneos que provocan enrojecimientos sobre la piel (desaparecen rápido, generalmente, pero pueden llegar a transformarse en una enfermedad dermatológica), sobre todo si se trata de un piel muy blanca.

Por otro lado, es importante evitar las comidas muy picantes, el alcohol y el tabaco y los productos resistentes al agua que son difíciles de quitar sin que irriten la piel.